Este asunto -aunque suene raro- se tratará de despedidas, otra vez. Pero ya no va
en busca de un extraño consuelo por alguien que partió hacia el tiempo eterno.
Ahora transita búsqueda de aquel rostro de quien se va de un lugar a otro.
Por motivos concretos y bien establecidos, usted dirá. Algunos, desde ya, se van
con agudo malestar y decisión tomada. Como si se tratara de un aborto. Doloroso.
Pero conveniente. Otros se escapan con oscura sombra de culpa en alma. Se
exilian con la necesidad de cambiar sus adentros y su geografía. Así podría
seguir cinco mil líneas sin siquiera un punto aparte. Explicando los porqués del
movimiento de las gentes.
Este sitio permanece lejos, lejísimos de andar usando el dedo cual si fuera una 9
milímetros. Hablo de esos dedos que tienen moralistas pendencieros. Que
aburridos son, mi cielo !
Aunque seguro haya un desierto entre todo lo que escribo y lo cierto. Un abismo
de peso muerto. Esa noche que querés cambiar por amaneceres prósperos. Ese amor
que nunca entendiste y perdiste tan pronto. Quizás no esté tan lejos. Quizás.
Dijo Bochatón:
“Las almas se fueron ya, el mundo cayó a tus pies… en la noche repleta de vos,
de tu mirada. Y no dejo de estar en tu adiós, en tu después vendrán esas cosas
que nunca olvidé, que dejan de ser yo. Ese mundo tan poco real que me obliga a
olvidar… y qué vas a decirme después que no pueda entender. Qué sonrisa te doy
sin sabor, que no ayuda a querer. Y tan frágil parece este día, que no termina.
Y tan suave quedó tu calor, tu triste día…
Las almas se fueron ya. El mundo cayó a tus pies.”
“… y que lo que quede de nosotros sea una sana risa de lobo” se oyó con
reverberación digna de pedalera y concluyó la conversa. La pulpería quedó como a
media tarde, como casi siempre desierta. Tan sola como su cantinera.
Así podría seguir siete mil líneas. Contando puntos aparte; explicando los
porqués del movimiento de las gentes.
Porqués se van.
Porqués se vienen.
lunes, 17 de enero de 2011
lunes, 10 de enero de 2011
Adiós a la Walsh.
Muchas veces me parece absurdo, hasta sinsentido andar recordando y homenajeando a los que se rajan para siempre. Y más aún cuando llegaron a viejos y por sus virtudes lograron trascender al tiempo y las distancias. Siento que ni hace falta.
Pero aquí estoy. Absurdo y triste. Igualito a muchos otros. Quienes crecimos de niños y de grandes escuchando sus canciones y leyendo sus novelas, cuentos y poesías. Admirando su dulzura, su historia de cordura y vehemencia.
Murió María Elena.
Quien nos contó sobre asuntos profundos con una simpleza ejemplar. Quien nos protegió de la maquinaria del vaciamiento de la literatura “infantil”. Quien nunca nunca nos trató como a idiotas. Y eso no es poca cosa.
Murió María Elena.
Una parte de lo que somos sucumbe con ella.
Aunque siga viva.
Porque seres tan grandes nunca se rajan para siempre.
Pero aquí estoy. Absurdo y triste. Igualito a muchos otros. Quienes crecimos de niños y de grandes escuchando sus canciones y leyendo sus novelas, cuentos y poesías. Admirando su dulzura, su historia de cordura y vehemencia.
Murió María Elena.
Quien nos contó sobre asuntos profundos con una simpleza ejemplar. Quien nos protegió de la maquinaria del vaciamiento de la literatura “infantil”. Quien nunca nunca nos trató como a idiotas. Y eso no es poca cosa.
Murió María Elena.
Una parte de lo que somos sucumbe con ella.
Aunque siga viva.
Porque seres tan grandes nunca se rajan para siempre.
miércoles, 5 de enero de 2011
Welcome !
Claro que muchos estuvieron largo tiempo metidos en el ropero y no por ser putos ni under ni bipolares, simplemente estaban escondidos porque no querían que los miren y no querían mirar.
Ahora que salieron pueden recitar cuantas veces quieran todo tipo de tormenta de letras que saben o no contemplar asuntos tales como “la luz, las cruces y las creencias”.
Bienvenidos.
Porque en los mundos ordenados en los que hemos vivido fue común tener fe en lámparas y en Aladinos de alguna u otra característica. Amos que cumplirían uno a uno nuestros únicos tres deseos que tarde o temprano llegarían por aire tierra o mar.
Y se cumplirían a rajatabla.
La piel morena enamoraría a la piel blanca, pero los brillos del Cuzco podrían más que el mismo amor (y esto quizás, es lo más grave de todo). El mundo nuevo sería entonces nuevo y en extinción.
Pe no todo es tan tremendo, corazón. Ya lo he dicho, creo.
Si bien cada tanto sufrimos torturas de recuerdos y amores perezosos, soledades de putamadre finalmente entendemos que nunca estuvimos ni estamos tan solos. Porque somos los unos y los otros. Infatigables.
Entendimos por fin que no es cosa abstracta llevar piedra en el zapato. Críos andando asfaltos en patas peladas. Cosas del día a día, Señor. Una maraña de Bestias con tapado y galera aún andan por ahí. Estudiando la mejor manera…
Bruta, agresivamente. De una forma u otra someten. En sombras penetran, acosan, inyectan monotonía desde una determinada lógica que propone que sea cosa del pasado tener ideología. Ideales. Yo qué sé, sueños mayores al interés de consumir.
Pero este asunto se les desordenó por completo, criaturita.
Se les está dando vuelta.
Se les termina.
Ahora que salieron pueden recitar cuantas veces quieran todo tipo de tormenta de letras que saben o no contemplar asuntos tales como “la luz, las cruces y las creencias”.
Bienvenidos.
Porque en los mundos ordenados en los que hemos vivido fue común tener fe en lámparas y en Aladinos de alguna u otra característica. Amos que cumplirían uno a uno nuestros únicos tres deseos que tarde o temprano llegarían por aire tierra o mar.
Y se cumplirían a rajatabla.
La piel morena enamoraría a la piel blanca, pero los brillos del Cuzco podrían más que el mismo amor (y esto quizás, es lo más grave de todo). El mundo nuevo sería entonces nuevo y en extinción.
Pe no todo es tan tremendo, corazón. Ya lo he dicho, creo.
Si bien cada tanto sufrimos torturas de recuerdos y amores perezosos, soledades de putamadre finalmente entendemos que nunca estuvimos ni estamos tan solos. Porque somos los unos y los otros. Infatigables.
Entendimos por fin que no es cosa abstracta llevar piedra en el zapato. Críos andando asfaltos en patas peladas. Cosas del día a día, Señor. Una maraña de Bestias con tapado y galera aún andan por ahí. Estudiando la mejor manera…
Bruta, agresivamente. De una forma u otra someten. En sombras penetran, acosan, inyectan monotonía desde una determinada lógica que propone que sea cosa del pasado tener ideología. Ideales. Yo qué sé, sueños mayores al interés de consumir.
Pero este asunto se les desordenó por completo, criaturita.
Se les está dando vuelta.
Se les termina.
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