martes, 30 de marzo de 2010

de todos los días

“Ma, sabías que la mayoría de las cosas que me decís no tienen sentido para mí” afirmó la niña una vez logrado el concilio y su madre al mirarla fijo dijo al oído: “Mejor”
Sin más burocracia, la paz ha regresado al hogar.

“No habrá por hoy -por ahora- broche de oro ni boda”.
En Olascoaga, pequeño pueblo de Bragado, provincia de Buenos Aires, Argentina, vive un cacique o lonko que confiesa sin subirse a ninguna tormenta poder sanar malestares del alma.
Pero lejos de sentirse un semi-deus en el letargo de identidades propias del pasado generó vínculo con el fallido sistema sanitario y ahora, cuando atiende tiene a su bien impartir veredicto. Si la enfermedad es cosa del alma: efectuará imposición de manos, energía terrenal e inminente sanación ancestral.
En cambio si la lesión yace en el cuerpo, derivará a la salita que está a pocos metros o al hospital de la ciudad. Así la doña, el don o sus crías seguirán recuperándose de sus dolencias. Posiblemente para esto, le aplicarán batería de medicina legal, tres veces sellada y verificada.
Y el mapuche no habrá traicionado a nadie.

Es evidente –y si no lo es lo hago presente- que hoy no vine en plan de grandes berrinches, sino tan solo a referir esta historia con la que muchas veces trabajé junto a mis pequeños colegas en los Centros Educativos del Estado (más conocidos como escuelas) y que tiene como protagonista al mencionado cacique Coñequir.

Claro que nada es porquesí. “Estoy cansado pero no vencido/ anestesiado pero no dormido/ Estoy mareado, desalineado… enamorado del árbol caído/ He madrugado lunes y domingos / desesperado por no ser tu abrigo/Estoy ahogado en tu saliva… enamorado del árbol caído./ Cuidaré tu sonrisa y algún día me sonreirás… ” dice un cantar de Aristimuño.

Como muchos otros estoy aquí -en el mundo digo- a mérito y desgracia de todas esas pastillas que consumo cada día. Día por medio, cuando me acuerdo, cuando las necesito o cuando me lo dicen las mujeres y los hombres de la salud.
O estoy, simplemente porque ya las he abandonado.

Alúes.

jueves, 25 de marzo de 2010

la píldora del día después

“Mamá, sabés que algo no me cuaja…” se refirió la niña y su madre le acercó un amable “Escucho…” entonces la pequeña cuestionó “¿Por qué tengo que proteger este techo?” Allí la mujer dejó en la mesa la pava y definió: “Simplemente porque es tuyo”; entonces la criatura más dulce de la casa se puso de pié y arremetió:

-¿Y si no quiero?
- ¿Cómo y si no quiero? Todos queremos porque es lo mucho o poco que tenemos… - luego del silencio volvió la mano al mate y el alma al cuerpo cuando…
- Mamá, sabés que…
- ¿Qué, mi amor?
- Porque no te vas a la re-puta-madre-que-te-re-mil-parió?

Más tarde, una vez sola: la mujer adulta sonrió.

El salmo posterior a la cantata del divino emblema nos acerca una revelación plena. Refiere al humano como ser doctrinario y sensible por naturaleza. Prácticamente desde un grado intrínseco-primitivo: “Llegará de pie y entero a la boda (del cordero) y no podrá concebirse cargando ningún peso martirio de buenos caídos en sus espaldas”. Estas letras, por cierto, despojan al hombre de toda pesadumbre culpógena. Así se explica porqué fueron desestimadas cuando debieron -por razones que tienen más que ver con el poder que con la fe- llevarse a cabo las subsiguientes reescrituras.

“Entonces ahí estás nomás!, asimilando el asunto y siguiendo la gira hasta el final” sostiene un tanchido poco tenido en cuenta .
La mayoría de las veces por más que se busque y rebusque el amor de la vida no se encuentra ni regresa. Haya o no formado parte de aquel segundo demonio que invencionó un pre-vendedor de la “ética salomónica”.
Esté o no colmada la obsecuencia de quien nunca bajará los brazos.

Finalmente otra vez ("protegiendo el sembradío") descansa un hombre deliberadamente quieto y abierto de brazos.

Como si se tratara de un espantapájaros.

miércoles, 24 de marzo de 2010

efeméride

“Mamá, pasa el tiempo y no se borra la mancha del techo” apuntará la niña y su madre, recuperada del escarmiento modulará un “por más que despejemos horizontes (y ojalá ocurra) e inventemos hermosos cielos… la mancha seguirá estando, ¿de acuerdo?”

Alguna vez ni se quién dijo: “en este mundo hay más poesía que justicia aunque una con la otra conviva” y estoy seguro, no lo dijo para garantizar su rima inmediata. Nada está librado al azar o al menos casi nada, sobre entiendo. Si empecé esta parte del escrito con una cita (aunque por propia incapacidad no pueda especificar de quién) es simplemente para comprobarme que: hoy no estoy solo. Hoy somos muchas y muchos, somos bravas las luchas.
A treinta y cuatro años del inicio de la más salvaje cívica-eclesiástica dictadura militar que sufrió Argentina en su historia, uno no puede dejar de sentir algún que otro cosquilleo nada ajeno. Sí puedo, en tono de confesión, declarar que el corriente de las efemérides siempre me sobaron las bolas; pero cada 24 de marzo lo transcurro con tensión en el bocho, corazón y esqueleto que obliga. Por ejemplo a escribir; ya dije que no estoy solo en esto y celebro que a muchos nos está pasando lo mismo.

De alguna forma lo que ocurrió lo-que-ocurre es fruto de una raíz desmadrada. Pues admitamos ya, que desde el mismo día que Jesús era un gurrumín lo que gobierna al mundo es la economía. Y desde antes también. Y en nombre de ella hemos visto y vemos, hacer al hombre cualquier cosa.
“Penar que toda esta bazofia tiene que ver con la guita” desasna algún tangacho y no en vano.

Por eso hoy, a más de cinco mil años del inicio de toda esta bosta sospecho justo, sabernos lo que hemos sido y lo que somos. Mucho más que una serie de Unos en serie sobre la pizarra. Mucho más.
De hecho, somos y seremos capaces de seguir este sendero
“de lo incorrecto”, de querer cambiar al mundo. Seguiremos sin pausa, buscando la estrategia para ser más libres.

Después de todo, si bien Jesucristo cobró por subversivo, aquellos mártires en nosotros siguen vivos.

jueves, 18 de marzo de 2010

amarillo y rojo


“Mamá, tu cielo tiene nubes negras”
dirá la niña. Quien, al desperezarse y observar el techo descubrió humedades multiformes, el mejor fruto que se le ha visto a toda gotera. Su madre, sometida al escarmiento contestará “más respeto, que ese también es tu cielo”.

Así el día habrá iniciado. Cada una y cada cual en compañía de su propia soledad; quien nunca emigra del cuerpo ni de la conciencia.

Cientos de años antes, otroros agoreros ya han sabido pronunciarse y fijado sus bases sobre para qué vinieron a este mundo. Ellos fueron quienes sentenciaron que: “jamás nos olvidaremos de los mártires del circo romano, los de la Reforma, y los más recientes que murieron (y están muriendo) en las cárceles de Rusia, Rumania y China”.
Pues los sostenedores de esta plegaria y muchas otras que anteceden a la boda del cordero, se encienden en esto de ser los mejores retransmisores del miedo a todo y sobre todo, miedo eterno a todo pensamiento que vincule, al pueblo con la libertad.
De ahí sus omisiones. Pues en la lírica de su jamás olvidar no hacen otra cosa que proteger su dulce hogar. Su imperio.

Cada cual cuida entre algodones a sus buenos mártires, diré y seguiré camino, como quien por aquí no ha pasado.

martes, 16 de marzo de 2010

institucional libre

Claro o no tanto que hablo en códigos algo difusos, pues me entiendo sospechando la pena de escribir desde una libertad de encierro. De ante manos nos centramos en cierto resguardo: no nos encontramos ante una verdad claramente precisada en las Sagradas Escrituras.

Entonces será descartada cualquier tipo de red como sitio que proponga solucionar libertades reprimidas. Lo cierto es que-eso-que tanto buscamos está allá afuera. Acierto melodrama en foco extraviado, como en tantas otras cosas; por más que en-este-aquí-virtual nos podamos encontrar gentes interesantes afines a los mismos o parecidos fines, los verdaderos encuentros se dan a lejana distancia de pantallas y teclados y dobles o simples clics. El vientre vive afuera. Donde no estamos a salvo de la premeditación ligera de lo comunicado. Lo absurdo está en el pellejo.

En mi caso hace un tiempo caí en esto de publicar las anotaciones de propia autoría en este rincón; que no es mucho más que una suma de improvisaciones en derrape, recitados que han sido pronunciados tan sólo una vez.

Claro que mucho no me interesa formar parte de ningún club de poetas. Ni de ningún tipo. Y claroscuro también este institucional, que-promete-que no pretende ejercitar apología. Sino más bien profundizar autocríptica.

PastorCuatro

domingo, 7 de marzo de 2010

libre en amarras

en blanco anotador
asiste a la falta de fe
espiritualidad se atranca
se descalabra en claros
y en oscuros se enmaraña

pluma que


s b
u a
b j
e a


al mismo vacío de la palabra
promete pestes
de amor y alegría franca.

martes, 2 de marzo de 2010

FACE VUC

Hoy quise estar cara a cara
frente a tu perfil actualizado
y aprender mueca libre de fotograma;
resultó reflejo grave no encontrar tu carne
pero sí la pose radiante
de quien se muestra entero
ante los ojos de los otros.
Así volví a mi paciencia psiquiátrica
que melancoliza vanidades
urgentes y clandestinas
oriné los enchufes, la zapatilla.
Respiré alivio con un dejo de desaire,
sin energía postré huesos en la gramilla
resolví abandonarme cerca del mediodía
y así andar roto, entre la desocupación
y la indelegable sinrazón de tener ganas de…

duró un rato, algunos meses, algunos días
cuando regresé al habla sombría
pronuncié silencios más cercanos
al cordero que a la herejía.
Aunque sigamos dándole, dándole al look:
aunque sigamos terminando como Captain Cook
algo de todo lo que somos,
en los rostros nos habita.