viernes, 11 de marzo de 2011

Un poco.

Me han enseñado lo bueno de vivir tranquilo. Lo he aprendido, lo he ejecutado y lo perdí. Dí mordiscos a la manzana. Trepé árbol, fuí costilla y mujer. Un día entré a sospechar de la tranquilidad.

Nunca viví bajo ningún puente. Pero sí muchas veces lo crucé. Allá (¿no ves mi dedo que señala?). Hablo de esquina Richeri y Avenida Escalada. Hablo de Monobloks. De veredas y pasillitos y amigos en el humo y en el sol y en la sombra.



Hablo de la infancia. De jugar al fútbol descalzos.
Sin zapatillas sobre la brea, el asfalto.
Cuando cada gol era el último gol.

Me han enseñado lo bueno de vivir tranquilo.

Luego caí en el peligro este de estar tranquilo.
Porque la poesía puede ser bella y tratar de Adanes y Evas. Pero es sólo poesía y eso: un poco enferma.

Otro poco sana.

3 comentarios:

  1. el peligro de estar tranquilooooo! y si ;) es así DANGER! Si estás muy traaanquilo siempre, por ahí estás pasando por alto cosas muy importantes, vió.
    Estàs como en una nube de pedo.

    Ey el video se me traba y no lo puedo ver , mañana o aledaños vuelvo.

    Beso P4!

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  2. CaroPé!
    se le sigue trabando el video?!
    salud.
    g.

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