Luego de charlar con quien en algún momento fue mi tutora -y esto es verídico- caí en la cuenta de que día a día emprendo un viaje en el tiempo. Pues voy a la escuela y vuelvo allá, al siglo 19 o al 18, que bochorno…
Los niños llegan tarde o temprano
forman en el patio para ver
la bandera nacional en el aire flamear
luego saluda la directora autoridad y se van
a sus búnkers a esperar
unas palabras…
- Silencio!, para hablar levanten la mano
Dice el maestro, sin levantar su mano.
Y este es el inicio del viaje. Después viene lo peor…
La clase. La enseñanza.
El tiempo y el espacio. La gradualidad. El espanto.
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