miércoles, 24 de marzo de 2010

efeméride

“Mamá, pasa el tiempo y no se borra la mancha del techo” apuntará la niña y su madre, recuperada del escarmiento modulará un “por más que despejemos horizontes (y ojalá ocurra) e inventemos hermosos cielos… la mancha seguirá estando, ¿de acuerdo?”

Alguna vez ni se quién dijo: “en este mundo hay más poesía que justicia aunque una con la otra conviva” y estoy seguro, no lo dijo para garantizar su rima inmediata. Nada está librado al azar o al menos casi nada, sobre entiendo. Si empecé esta parte del escrito con una cita (aunque por propia incapacidad no pueda especificar de quién) es simplemente para comprobarme que: hoy no estoy solo. Hoy somos muchas y muchos, somos bravas las luchas.
A treinta y cuatro años del inicio de la más salvaje cívica-eclesiástica dictadura militar que sufrió Argentina en su historia, uno no puede dejar de sentir algún que otro cosquilleo nada ajeno. Sí puedo, en tono de confesión, declarar que el corriente de las efemérides siempre me sobaron las bolas; pero cada 24 de marzo lo transcurro con tensión en el bocho, corazón y esqueleto que obliga. Por ejemplo a escribir; ya dije que no estoy solo en esto y celebro que a muchos nos está pasando lo mismo.

De alguna forma lo que ocurrió lo-que-ocurre es fruto de una raíz desmadrada. Pues admitamos ya, que desde el mismo día que Jesús era un gurrumín lo que gobierna al mundo es la economía. Y desde antes también. Y en nombre de ella hemos visto y vemos, hacer al hombre cualquier cosa.
“Penar que toda esta bazofia tiene que ver con la guita” desasna algún tangacho y no en vano.

Por eso hoy, a más de cinco mil años del inicio de toda esta bosta sospecho justo, sabernos lo que hemos sido y lo que somos. Mucho más que una serie de Unos en serie sobre la pizarra. Mucho más.
De hecho, somos y seremos capaces de seguir este sendero
“de lo incorrecto”, de querer cambiar al mundo. Seguiremos sin pausa, buscando la estrategia para ser más libres.

Después de todo, si bien Jesucristo cobró por subversivo, aquellos mártires en nosotros siguen vivos.

2 comentarios:

  1. No se puede no quererte...

    Beso enorme

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  2. entre tanta gansad escrita y dicha
    sólo aplausos para vos...
    y fluir!

    mis máximos respetos pastor

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